Memoria de viaje | Pasqual Gomes

10/4 – 19/7 2019

Curator: Marip Guiennot
Text: Román de la Calle

Institut Français de Valencia | España

Hace un buen puñado de décadas que sigo, de manera intermitente, la singular producción pictórica de Pasqual Gomes (Canet d’En Berenguer / Valencia, 1956), auténtico investigador de materiales y renuente constructor de imágenes. En realidad, más de una vez he pensado, al hilo de la minuciosa observación de sus consolidadas propuestas, que sus trabajos –fruto de la reflexión, el contraste y la memoria– bien podrían clasificarse, más acá o más allá de sus específicos aportes estéticos, como genuinos logros antropológicos y/o testimoniales rastreos etnológicos.
No puedo dejar de recordar, en tal sentido, los documentos vitales e históricos que, más de una vez, me ha hecho rememorar, él mismo, tanto en su personalizado taller como en los correspondientes espacios expositivos, al enlazar explicativamente sus pinturas con las raíces habitacionales, que constituyen –pars pro toto– el juego metonímico que conecta directamente las claves constructivas de su lenguaje pictórico con las realidades arquitectónicas populares, que tan bien conoce e investiga.
¿Puede la pintura devenir el espejo selectivo, que se inspira marcadamente en testimonios fragmentarios de la historia de la arquitectura, anclados en sus registros populares, en sus características más singulares, vinculadas básicamente al quehacer doméstico cotidiano, estabilizados unos y otros en el entorno existencial?
Sirvan de ejemplo fundamental –en este caso concreto de las pinturas de Pasqual Gomes– los detalles inolvidables que representa la reiterada presencia de los terrazos hidráulicos propios de nuestras escenas de infancia, con sus marcados emblemas entre figurativos y geométricos, en su variedad de cromatismos, marcas de uso y diferencias de conservación. Tales vestigios son huellas de presencias vividas, recuerdos hilvanados cada día o documentos de intervenciones plurales, más allá del estricto respeto a los orígenes, que denuncian las actividades humanas allí desarrolladas.
Pero hay más. También conviene rememorar otra de las claves explicativas de sus proyectos pictóricos, enlazados decididamente con la forma, ubicación y rasgos definitorios de las ventanas / contraventanas, propias de una extendida y consolidada herencia arquitectónica popular. Algo que descubrimos en nuestros viajes, visitas y recorridos por la diversificada geografía de nuestras tierras, marcadas históricamente, en su identidad, por las pautas y costumbres, que la existencia ha ido desgranando por doquier, a casa nostra y también, por contagio e intercambio, en los países propios de nuestro entorno. País, paisaje, paisanaje.
Identidades y personalidad, junto a la investigación creativa, asumida como juego determinante en el proceso pictórico, se vienen, desde hace tiempo, declinando artística y comunicativamente en sus trabajos. Suelos de arena, pisados, acariciados y conservados como recuerdo vivo del ayer, playas convertidas en memoria, taulells encarnados, de manera creciente y reiterada, en el cuadro, mantenidos como refugios emotivos, cargados de nostalgia personal… y también –es claro y testimonial– contraventanas extrapoladas, una y otra vez, por la mirada hermenéutica, que necesita rememorar puntualmente sus maderas y sus desgarros, las franjas descoloridas y los remiendos sobrevenidos en la conservación de tales símbolos.
Sin duda, la historia se encarna, así, en múltiples detalles reales, que la pintura reabsorbe, transforma o idealiza, según los casos. Tal ha venido haciendo, pues, al definir su personal lenguaje, en estas décadas que hemos compartido, Pasqual Gomes. A sabiendas de que, para ello, se ha impuesto la disciplina exploradora de recorrer pueblos y regiones de nuestro contexto valenciano, así como también países inmediatos, como Francia, Portugal o el Magreb. La mochila de la memoria huele siempre a recuerdos y a pintura, aunque se resuelva sabiamente, en esta coyuntura, entre geometrías, compositions en quadrillage, texturas, materias y cromatismos.
De este modo, descubrimos, una y otra vez, en un continuo volver a empezar, las huellas emblemáticas que Pasqual Gomes lleva consigo, a menudo en total silencio creativo –taulells & contraventanas– entre viajes, miradas poéticas, paisajes y reinterpretaciones pictórica…