Joaquín Michavila | Alcora | España | 1926-2016
Nacido en el seno de una modesta familia originaria de la población valenciana de Albalat dels Tarongers, su padre fue un ilustrado maestro de escuela, liberal y católico bastante conocido en su campo.
Influido por el ejemplo paterno estudió Magisterio en la Universidad de Valencia y se licenció en Filosofía y Letras en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Poco antes de terminar sus estudios artísticos se incorporó al grupo de artistas Los Siete, punto de inicio de su carrera artística.
La primera etapa pictórica del joven Joaquín Michavila, entre 1952 y 1960, fue un tiempo de búsqueda indecisa del propio camino y de ciertas indefiniciones estéticas. Los paisajes dominaban sus pinturas, dentro de un marco todavía estrictamente figurativo.
Más tarde, hacia 1960, surge el pintor constructivista que muestra preocupaciones pictóricas radicalmente modernas, y cuyo recorrido plástico transcurre entre 1960 y 1978 aproximadamente. Michavila se mantuvo durante las décadas de 1960 y 1970 fiel a la pesquisa de un arte dominado por la geometría. El período constructivista de Michavila llegó a su madurez con las obras de finales de la década de 1970, que estudian la fractura del espacio mediante superficies planas, siempre sin olvidar el rigor absoluto de la composición.
A finales de la década de 1970, Michavila abandonó abruptamente el constructivismo y redescubrió la temática paisajística de su juventud.
La década de 1990 la dedicó en gran medida, sin abandonar la pintura, al cultivo del collage a partir del empleo del papel de arroz japonés.
Como miembro activo de los grupos de vanguardia Los Siete, Parpalló y Antes del Arte, Michavila ha participado en algunos de los movimientos (manifiestos, revistas, exposiciones, programas) más renovadores del arte valenciano contemporáneo. También ha destacado como escenógrafo teatral, colaborando en la representación de obras de vanguardia de Fernando Arrabal, Bertolt Brecht, Jean Cocteau o Max Frisch, como teórico de la pedagogía artística, e incluso cuenta con una brillante filmografía documental. Fue profesor de Colorido en la Escuela Superior de Bellas Artes de Valencia y catedrático de Expresión Plástica en la Escuela Universitaria de Magisterio de Valencia, donde introdujo la pedagogía y el arte contemporáneos en la Universidad.
En 1975 fue elegido académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, la cual presidió desde el año 2002 hasta 2007. En 1985 recibió la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Valencia, en 1996 fue galardonado con el Premio Alfons Roig de la Diputación de Valencia y, en 2001, se le otorgó la Distinción al Mérito Cultural de la Generalitat Valenciana, en 2006 el Ayuntamiento de Valencia le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad y en 2007 recibió el Premio de las Artes Plásticas de la Generalitat Valenciana.