120/3 2019
Tiempos Modernos | Madrid | España
La exposición, que se ha realizado con la colaboración de Marie Claire Decay Cartier-viuda del artista- y la Fundación Museo Salvador Victoria,cuyo museo dirige Ricardo Garcia Prats, presenta una selección de obras históricas de los primeros años del pintor español, uno de los artistas más destacados de su generación.
La exposición ha seleccionado doce obras importantes desde mediados de los años 60 hasta principios de los 80. Y recoge tres periodos fundamentales en la edad de oro de Salvador Victoria: los relieves poéticos de mediados de los 60, los siguientes cuadros monocromos, que suponen una nueva etapa de su obra, y finalmente la aparición de la geometría en sus cuadros.
LOS AÑOS DE PARÍS
Salvador Victoria es uno de los artistas claves de su generación. Un grupo de artistas -desde Saura a Lucio Muñoz, pasando por Sempere o Millares- que han dado origen a una de las épocas más brillantes del arte español. Victoria, nacido en Rubielos de Mora en 1928 y formado en Valencia, sigue el canon de la época y en 1956 se instala en París donde permanecerá hasta 1964. Este paso es fundamental en su formación, por su contacto con los últimos movimientos artísticos y su relación con grandes pintores españoles e internacionales, como Dubuffet, Jean Baptiste Chereau, Pierre Soulages, Egon Nicolaus, Antonio Saura, Eusebio Sempere, Lucio Muñoz… Es su época informalista.
Desde París recorre Europa, expone en 1960 en la XXX Bienal de Venecia, en 1961 en la Bienal de París y funda el grupo Tempo con otros pintores internacionales.
REGRESO A ESPAÑA
Victoria vuelve a España. Se ha casado con Marie Claire Decay Cartier y se presenta en Madrid. No es un desconocido. Nada más llegar expone en la Sala del Prado del Ateneo de Madrid, tal vez el mejor espacio de la época. Carlos Edmundo de Ory, uno de los grandes intelectuales del momento, le recibe dedicándole un poema en el que habla de “colores de la tierra antigua” y “cuadros de miel de tinieblas”. Ory acierta. La pintura que Victoria presenta en su estreno madrileño está compuesta de pliegues y collages, busca la profundidad y se inspira en el quattrocento italiano, utilizando el temple. También el Museo de Arte Abstracto de Cuenca, que se inauguró en 1966, le abrió sus puertas desde el primer momento. Victoria había vuelto a Madrid y estaba en el centro de la pintura española de los años 60.
LA ÉPOCA DE JUANA MORDÓ
Salvador Victoria había conocido a Juana Mordó en París. Y cuando la mítica galerista abrió su espacio en Madrid, pasó a ser uno de sus artistas. Tras la primera exposición de 1968, vinieron otras cuatro más en la galería Mordó, hasta 1984. Ese es precisamente el periodo que recoge la exposición de Tiempos Modernos.
Las grandes obras: desde los primeros relieves poéticos hasta las últimas esferas de su mundo en suspensión. Salvador Victoria desarrolla y evoluciona su obra en sus años más simbólicos. Abandona el informalismo y se acerca a la geometría, pasa del temple al óleo, introduce nuevos colores y finalmente crea las esferas que definen su mundo. Todo esto está en la exposición de Tiempos Modernos. Un viaje en profundidad por la obra de uno de los grandes artistas españoles de su época.