13/12 2019 – 29/3 2020
Fundación Chirivella Soriano | Valencia | España
En la exposición Trenzando el tiempo Encarna Sepúlveda presenta un conjunto de trabajos que abarca desde el 2002 al 2019, pero su planteamiento no es tanto una exposición retrospectiva propiamente dicha como un work in progress, una manera de mostrar sus presupuestos pictóricos y sus intereses plásticos a lo largo de estos años.
Se trata de una gran oportunidad para revisitar algunas obras de etapas anteriores, una selección de obras englobadas en series tales como Disonancias, Retazos, Recortando la pintura, La corteza del eco y Ángulos del vacío. Así mismo, nos presenta una nueva serie (pinturas y dibujos), de título homónimo a la exposición que ha sido creada ex profeso para esta muestra a lo largo de 2019.
Trenzando el tiempo es también una pieza escultórica site specific, un dibujo en el espacio, ejecutado en hierro lacado, que confiere forma tridimensional al significado que encierra el título, entrelazando cuatro módulos rectangulares herederos de los ángulos del vacío de su anterior exposición.
Trenzar es un verbo que define muy bien la vocación de entrelazar distintas etapas pictóricas en una misma exposición, de entrecruzar distintos tiempos pretéritos con el presente, pero alude también a la acción que realiza en sus nuevas obras, y a los elementos y figuras que en ellas conjuga, agrupa y entreteje hasta conformar grandes racimos, marañas, pequeños caos aunque legibles, que se agruparán deviniendo figuras geométricas rotundas con gran poder de expansión y que generarán otras formas infinitas.
De este modo, su obra invita a detener la mirada y a contemplar sus poderosas imágenes geométricas. Imágenes que trenzadas entre sí nos conducen a lugares inexplorados, deteniendo nuestro tiempo y sabiendo que nuestro único destino es el conocimiento.
Encarna Sepúlveda es genuinamente abstracta, asume un pasado próximo y postula un futuro que transciende la propia representación. Testimonia la lucha eterna del arte, que como plantea Stefan Zweig, nunca es un fin, sino siempre un comienzo.